Hay situaciones en las que, al viajar, ya sea dentro de nuestro propio país o si salimos de él, no podamos llevar nuestro propio coche, lo que convierte en algo un poco tedioso el hecho de movernos luego ya sea para ir al hotel, visitar monumentos que queden lejos o, simplemente, si queremos cambiar de destino durante el viaje. Antes que nada, debemos conocer qué situaciones son las que nos impedirán llevar nuestro coche en algún viaje: