La osteointegración es clave en la implantología dental porque se trata del proceso de cicatrización de la estructura que da soporte a los implantes dentales sobre el hueso maxilar. El éxito de cualquier tratamiento implantológico depende de la osteointegración. Fue el investigador Per-Ingvar Branemark quien descubrió la capacidad del titanio para integrarse en la estructura ósea natural. El origen de la implantología tal y como la conocemos a día de hoy se debe a un estudio que realizó este profesor sueco.
Mientras estudiaba el proceso de cicatrización en conejos, descubrió que las cámaras ópticas de titanio que introducía en las patas de estos animales se soldaban en el hueso pasado un tiempo. Los miembros del equipo de Branemark decidieron implantarse piezas de titanio en sus propios antebrazos para comprobar que la osteointegración era sólida también en el cuerpo humano.
En 1965 se desarrolló la idea de colocar un implante dental para sustituir un diente perdido. Pero no fue hasta mediados de los años 80 cuando se extendió la práctica de la implantología entre los especialistas. El Consejo General de Dentistas informa que «la implantología oral es el área de la Odontología que se encarga de la rehabilitación dental debida a la pérdida dentaria con el objetivo de recuperar la estética y funcionalidad de la cavidad oral. España es uno de los países de Europa donde más implantes dentales se colocan».
La osteointegración permite que el implante dental se fije al hueso maxilar. Para mejorar la estética y aportar funcionalidad a la dentadura, lo mejor es recurrir a un profesional especializado en implantología y estética dental. El odontólogo debe considerar las condiciones en las que se encuentra la estructura ósea del maxilar porque si la ausencia de piezas dentales ha sido prolongada, el hueso maxilar pierde capacidad para regenerarse y se reabsorbe.
En el caso de que se haya producido una disminución de la estructura ósea, el implantólogo deberá hacer un injerto de hueso para lograr el buen anclaje del implante en el hueso natural del paciente. El odontólogo también debe comprobar que no exista una infección en la zona a tratar porque si existiera presencia de tejido infectado, puede comprometer la estabilidad del tratamiento y afectar negativamente la capacidad del hueso. En este caso se debe limpiar toda la zona afectada y así evitar que se produzcan inconvenientes durante la osteointegración.
Es fundamental contar con una tecnología adecuada para que la cirugía sea precisa. Si el especialistas coloca más de dos implantes, suele usar la técnica de la cirugía guiada por ordenador. El especialista debe valorar el historial clínico del paciente para adaptar el tratamiento a sus necesidades. Es importante saber qué medicamentos toma, las enfermedades que padece o las alergias que presenta. Dependiendo de las necesidades de cada paciente, el implantólogo podrá recetar la ingesta de algún fármaco que evite complicaciones en los implantes durante el proceso de osteointegración.
El tiempo que tarda un implante dental en osteointegrarse es de 3 meses. Durante las primeras 3-4 semanas tras colocar el tornillo, aun no se aprecia el proceso de cicatrización. Pasados 2 meses, existe una mayor resistencia y fuerza de unión entre el hueso y el implante. A los 3 meses el hueso natural del paciente y el dispositivo del implante se integran entre sí. A partir de este momento, el especialista puede colocar la corona dental, que aportará la estética y funcionalidad oclusal a la dentadura.
Los especialistas en implantes dentales y salud oral de la clínica Mavident nos explican que para favorecer el buen desarrollo de este proceso es importante seguir las siguientes recomendaciones para evitar infecciones en implantes osteointegrados.
Reducir el consumo de tabaco
El paciente no puede fumar y si lo hace, debe reducir el consumo de cigarrillos durante dos semanas antes y ocho semanas después a la intervención. El tabaco perjudica al proceso natural de cicatrización implantológica y hay más riesgos de infección.
Problemas sistémicos
Si padece alguna enfermedad sistémica o crónica, los controles por parte del odontólogo son más exhaustivos y periódicos.
Higiene oral
Es fundamental seguir unas buenas pautas de higiene oral, ya que las enfermedades periodontales afectan a las piezas dentales originales y provocan infecciones en los implantes.
Nutrición para salud ósea
Una dieta rica en calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales contribuye a favorecer el proceso de integración entre el implante y el hueso circundante.
Revisiones dentales periódicas
El implantólogo debe hacer revisiones periódicas para comprobar que el proceso de osteointegración evoluciona satisfactoriamente y también ayudará a prevenir posibles complicaciones durante el tratamiento.
¿Cuáles son las ventajas de los implantes dentales?
Las ventajas de los implantes dentales son:
-No perjudican al resto de los dientes naturales.
-Son fijos y duraderos.
-Este tratamiento evita la pérdida del hueso.
-No necesitan tallado o reducción de los dientes adyacentes.
-Se asemejan muy bien al aspecto de las piezas dentales.
-El paciente puede masticar.
-Este tratamiento mejora la autoestima.