La música juega un papel importante en la infancia, porque ayuda a exteriorizar emociones que tenemos dentro y mejora la comunicación.
Si tu hijo quiere aprender a tocar el violín debes comprarle este instrumento para que el pequeño pueda tocarlo. La edad ideal para que reciba clases de violín es a partir de los cuatro años.
La música puede mejorar el estado de ánimo y potenciar la secreción de endorfinas. Se recomienda que los niños aprendan a tocar el violín a través del juego.
La revista Guía Infantil informa que «el niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación mas armoniosa. La música es una de las actividades preferidas de los niños. Les proporciona seguridad emocional, confianza, se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo».
Este instrumento surgió a principios del siglo XVI al norte de Italia, pero antes del violín ya existían otros instrumentos de cuerda como el ravanastron.
Para mediados del siglo XVII empezaron a conocerse violinistas como Vivaldi, Monteverdi o Pietro Locatelli.
Es un instrumento de cuatro cuerdas que se toca con un arco y está compuesto por al menos 69 piezas.
Tradicionalmente las cuerdas se fabricaban con las tripas de oveja, pero en la actualidad se utilizan materiales sintéticos o metálicos.
Aprender a tocar el violín no es fácil, ya que requiere muchas horas de práctica. Por este motivo, es importante la paciencia y encontrar un buen profesor.
Este profesional puede entender qué necesitas, corregir errores, enseñarte una técnica adecuada y darte consejos.
Se recomienda escoger un profesor con mucha experiencia y para todos los niveles y edades.
En las clases el pequeño conseguirá crear un vínculo con el violín a través del juego y la exploración de los sonidos. Es fundamental adaptar las clases a cada alumno.
La postura correcta es esencial para evitar la aparición de lesiones. Es importante sentarse derecho y colocar el violín en el hombro izquierdo.
El niño deberá apoyar la barbilla en la barbada, aunque habitualmente se utiliza una almohadilla para apoyar el instrumento y compensar la altura del cuello.
Al agarrar el violín y el arco, los dedos deben estar curvados y la muñeca recta. Se recomienda calentar antes de tocar, y estirar después.
Para producir un sonido suave hay que tensar las cerdas y aplicarles resina. El niño puede agarrar el arco con la mano derecha y colocarlo sobre las cuerdas del violín. Debe usar el antebrazo para mover el arco hacia arriba y hacia abajo.
Se recomienda practicar 30 minutos todos los días. Además, es importante apuntarse a clases de lenguaje musical, para saber interpretar la notación musical y tocar canciones.
El violín es un instrumento idóneo
para participar en una orquesta. Los expertos explican que tocar en grupo es una experiencia divertida y el pequeño aprenderá nuevos estilos.
Algunos padres se sienten tentados a ofrecer a los hijos algún instrumento que heredaron de algún familiar, pero lo ideal es que sea el pequeño el que elija el instrumento.
Sin embargo, no todos los niños saben qué instrumento elegir. Por esta razón es importante que conozcan las características de los instrumentos y llevarles a conciertos musicales.
También es aconsejable ofrecerles vídeos de personas que enseñan tutoriales de cómo tocar una canción con piano o violín.
Para saber más datos sobre este instrumento nos hemos acercado a la escuela de música Piccolo y estos expertos nos han contado los beneficios de tocar el violín desde pequeño:
-Mejora la coordinación.
-En las clases de violín puede conocer a otros niños y ampliar su círculo de amistades.
-Las clases son divertidas, así que el pequeño aprende a tocar el instrumento mientras juega.
-El violín mejora la creatividad.
-Mejora la capacidad de atención y concentración.
-El niño aprende valores como el esfuerzo y el trabajo en equipo.
– A través de la música el pequeño puede expresar sus sentimientos.
-Desarrolla la memoria para poder aprender una partitura.
-El violín relaja y alivia el estrés.
-Ayuda a un mejor desarrollo de la coordinación auditiva y táctil.
El violín necesita cuidados, por lo que es muy importante limpiar la suciedad del arco. Para limpiar la resina del arco, puedes usar un paño húmedo con jabón suave apto para madera.
Pero si hay un exceso de resina, lo mejor es utilizar bolas de algodón y alcohol. Tu hijo debe proteger su violín añadiendo más pañuelos a su estuche, para que el instrumento no se mueva dentro del estuche cuando esté en movimiento.
Si en las primeras clases no consigue interpretar la partitura, explícale que estudiar música requiere esfuerzo y dedicación.
