El transporte de mercancías por carretera. Retos y perspectivas.

Transporte de mercancías por carretera

El transporte por carretera es el principal canal de circulación de mercancías en España. Tanto a nivel nacional, como internacional. En especial, en las importaciones-exportaciones con nuestros vecinos europeos: Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, nuestros principales socios comerciales. Un sector que se enfrenta a retos y que presenta interesantes perspectivas de crecimiento.

A pesar de la situación privilegiada que ocupa el trasporte de mercancías por carretera, si lo comparamos con otros tipos de transporte como el transporte ferroviario o el transporte aéreo, este sector se está moviendo en un panorama incierto.

En primer lugar, Europa se encuentra en recesión. Un escenario que, sin duda, afecta a las exportaciones y a la fluidez del transporte por carretera. Si bien nuestro país crece por encima del 2% anual, la economía alemana está estancada. Crece solo un 0,2%. La economía francesa no va mucho mejor. El FMI le vaticina un crecimiento del 0,8% para el 2025.

La inestabilidad del mercado de los hidrocarburos y la carestía del combustible es otro de los factores que están golpeando de lleno al sector. Haciendo que disminuyan los márgenes de beneficios y encareciendo el servicio. El precio del gasoil para los camiones ha aumentado un 15% este último año.

A todo esto hay que añadir la falta de profesionales cualificados. Ricardo Lucientes, experto en transportes, señala que en España harían falta al menos 30.000 camioneros más de los que hay. El sector adolece de una falta de relevo generacional. Frente a esto, el alto coste para obtener el carnet de conducir camiones, así como los sueldos bajos en comparación con las exigentes condiciones de trabajo, reman a la contra.

Aunque es cierto que existen estos escollos, el sector del transporte de mercancías por carretera está intentando sortearlos con ingenio y con el uso de soluciones tecnológicas que buscan optimizar el servicio y ahorrar costes.

La situación del sector.

Según datos oficiales, el transporte por carretera acapara el 96% del tráfico de mercancías que circula dentro de España. Es el encargado, además, de transportar el 75% de las exportaciones que efectuamos a la Unión Europea. En sectores como la exportación de productos agropecuarios representa el 94%.

La revista Cadena de Suministro subraya que en nuestro país hay registradas 152.235 empresas de transporte por carretera. Estamos hablando de un sector concurrido, que manifiesta, con estos datos, que se trata de un servicio con alta demanda y, en cierta manera, rentable.

En la cadena de distribución de suministros, el transporte por carretera ocupa un papel destacado. Ya no solo como medio para cubrir todo el trayecto, sino como elemento auxiliar que complementa otros medios de transporte. Es lo que se llama transporte intermodal. Y es que los camiones son los encargados de transportar las cargas desde los almacenes y fábricas hasta los muelles de embarque de otros medios de transporte, como puertos y aeropuertos. Así como el envío de las mercancías desde los puntos de llegada hasta sus distribuidores finales.

Un paso que ha cobrado gran importancia en los últimos años y del que se encarga también el transporte por carretera, es el llamado transporte de última milla. Consiste en llevar los productos a la puerta del consumidor final. Un servicio personalizado, que aporta comodidad y que ha puesto en marcha todo un entramado logístico de vehículos ligeros.

La rentabilidad.

La carestía del precio de los combustibles es uno de los factores que más daño está haciendo al transporte de mercancías por carretera. El litro de gasoil para camiones ronda el 1,4 €, en una tendencia alcista que no para de crecer en los últimos años.

A esto hay que añadir la inflación, que si bien parece estabilizada a día de hoy, ha sido el rasgo principal de la economía en los últimos tiempos.

Para mantener la competitividad, el transporte por carretera se ha visto obligado a subir los precios, pero muy por debajo de lo que han aumentado el incremento de los costes que soporta, haciendo que pierda rentabilidad. Esto ha hecho que, por ejemplo, en septiembre del 2025 dejaran de operar 1.100 empresas de transporte de mercancías por carretera.

De todos modos, visto en perspectiva, a las empresas le resulta más rentable contratar el transporte por carretera frente a otras opciones. Si una empresa empieza a ojear otras alternativas como el transporte ferroviario o el transporte aéreo, además de que en algún paso tendrá que recurrir a la contratación de camiones, la suma de las facturas de los diferentes operadores, aumenta con creces el precio que le cobraría una empresa de transporte por carretera que se encargara de todo el proceso.

Y es que esta modalidad de transporte es flexible y rápida. Permite acceder a cualquier lugar, aunque no cuente con una buena conexión de comunicaciones, y evita las pérdidas de tiempo. Hasta el punto de que en envíos continentales puede llegar a ser más rápido que el transporte aéreo, ya que no hay que esperar a que salga el vuelo contratado, y los trámites de control de la mercancía son más ágiles.

La logística.

Un punto en el que pocas veces reparamos y que resulta crucial para efectuar un transporte de calidad es el tema de la logística.

Los operadores de Cargolink, una empresa referente en el transporte internacional de mercancías por carretera, con sede en Alicante y que opera desde 1991, cuentan que disponer de una buena red de almacenes intermedios es vital para prestar un buen servicio de transporte tal y como está planteado en la actualidad.

Y es que si un distribuidor que opera en todo el país o que tiene clientes estables en el extranjero a los que abastece con regularidad, contar con almacenes intermedios le permite hacer las entregas en los plazos acordados y ahorrar costes.

En nuestro país, por su ubicación geográfica estratégica, tenemos nudos logísticos claves. Un ejemplo es Zaragoza. Que se encuentra a medio camino entre Madrid, Barcelona y el País Vasco. O Albacete, que permite la conexión entre Madrid, el Levante y Andalucía.

Los retos.

Hay dos retos que en este momento tiene que enfrentar el transporte de mercancías por carretera. Uno es la digitalización y el otro la sostenibilidad ambiental.

Respecto al primero, el Centro Español de Logística ha organizado para el 22 de octubre de este año, 2025, unas jornadas en Barcelona para informar a las empresas del sector sobre los cambios digitales que está exigiendo la Unión Europea. Como el e-FTI, una especie de pasaporte electrónico que recoge toda la información relevante de las mercancías que circulan dentro de la Unión Europea, a las que tienen acceso las autoridades comunitarias y las de los países por donde transita la carga, y que deben ser accesibles en los camiones a través de dispositivos electrónicos.

Si bien desde su constitución, la Unión Europea, antes C.E.E., eliminó las fronteras entre los países miembros, esto no impide que se lleve un control sobre las mercancías que circulan dentro de su territorio.

El otro reto clave es la reducción de las emisiones de CO₂ y la sostenibilidad en materia medioambiental. Estamos viendo como los vehículos pesados ven restringido su acceso al interior de las ciudades en pro de reducir la contaminación. Algo que está afectando a vehículos industriales ligeros, sobre todo en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, bajo el argumento de no congestionar el tráfico.

Estas medidas obligan a las empresas de transporte a buscar soluciones logísticas para no mermar la calidad y eficiencia del servicio. Medidas que, muchas veces, implican un aumento de los precios, puesto que estas acciones disparan los costes. Un asunto que debe abordar el sector para no perder competitividad.

Tecnología e innovación.

El futuro del transporte de mercancías por carretera parece que va a estar marcado por estos dos factores.

Una de las líneas en la que se está investigando en los últimos años es en la fabricación de motores eléctricos e híbridos para camiones. Algo que haría que se redujeran considerablemente las emisiones de CO₂ a la atmosfera y la dependencia estructural del transporte por carretera respecto a los hidrocarburos. Aunque se están dando avances en este campo, el motor eléctrico parece que no tiene una gran aceptación entre los camioneros.

Frente a esta oposición se están investigando otras alternativas que parecen interesantes a priori. Como el uso de biocombustibles, provenientes del reciclaje de aceites usados, y los motores de hidrógeno. Esta alternativa es una opción cualitativa para el cuidado del planeta, ya que funcionan con agua y emiten vapor no contaminante. Por desgracia, su desarrollo aún se encuentra en pañales.

Lo que sí están avanzando a un buen ritmo son los sistemas de navegación por GPS asistidos por Inteligencia Artificial. Los cuales permiten calcular rutas más rápidas partiendo del estado de las carreteras en tiempo real, y ahorrar, con ellos, costes y tiempo.

La informatización de todo el proceso del transporte, mediante el empleo de automatizaciones, es otra de las áreas que se va a desarrollar en el campo del transporte de mercancías, y ya no solo en lo que se refiere al transporte por carretera, sino de una manera integral y combinada.

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