El fitness, sinónimo de una vida sana

Así lo dicen los chicos y chicas fitness y no lo ponemos en duda. Practicar deporte es una de las mejores maneras de gozar de buena salud. Si además añades una dieta equilibrada al cóctel y el paso por una sauna como Luxe, expertos en saunas finlandesas, tras tu sesión de gym, la salud está garantizada. Salvo lesiones provocadas por el mismo entrenamiento que todo puede ser. En cualquier caso, el deporte es saludable, y la alimentación cuidada, también. El paso por la sauna garantiza la relajación y limpieza de la piel y terminar el día de manera relajada.

Quienes lo practican lo saben: el fitness es adictivo. Una de las mejores cosas de esta disciplina deportiva es que verdaderamente, no es necesario acudir al gimnasio para practicarlo. El fitness es versátil y plenamente adaptable al terreno. Puedes realizar tu rutina deportiva en casa, parques, gimnasios o cualquier lugar que se te ocurra y en cualquier momento. Los adeptos al fitness, catalogan su vida como tal, es decir llevan una vida fitness, sana y saludable en todos los sentidos. Sobre lo que debemos hacer para llevar una vida fitness, es sobre lo que vamos a tratar a continuación. Si sientes dudas o interés, sigue leyendo.

Esta actividad deportiva es una excelente manera de llevar un estilo de vida saludable, combinado con una dieta equilibrada, proporciona muy buenos resultados a nivel físico y psíquico. Lo mejor de todo el asunto es que el fitness tiene tantas variantes como practicantes y siempre puedes encontrar el nivel que se adapte a tus capacidades para evitar forzar al organismo.

Para llevar un estilo de vida fitness, lo mejor es establecer una rutina y seguir los entrenamientos de forma regular y con una periodicidad semanal. De esta manera, podrás comprobar la evolución personal y tendrás la motivación necesaria para seguir entrenando y desafiándote a ti mismo. En todo caso, existen unas directrices básicas comunes a todo tipo de entrenamiento fitness que hay que tener presentes: trabajar por grupos musculares; realizar series de diez a quince repeticiones, hacer descansos y no olvidar el calentamiento.

Alimentación fitness, pilar fundamental de todo entrenamiento

Uno de los aspectos que debemos cuidar cuando nos introducimos en el fitness, es la alimentación. Como combustible del cuerpo, lo que ingerimos debe ser lo adecuado para mantener los niveles de energía y procurar una correcta recuperación de los músculos y partes del cuerpo implicadas.

Se trata de algo esencial para que las rutinas de ejercicio den los resultados esperados, ya que en gran medida, practicar ejercicio suele estar relacionado con la pérdida de peso, moldear el cuerpo y algunas cuestiones meramente estéticas que pasan por mantener un buen estado a nivel interno. En el caso de las dietas fitness, no se habla de una dieta restrictiva en la que los alimentos están prohibidos o medidos. Al contrario, supone más bien una planificación que permite comer de manera adecuada y consecuente.

Por lo tanto, llevar una dieta fitness es esencial para alcanzar los objetivos propuestos, ya que lo que comes y la manera en que lo comes, ayudará a conseguir la fuerza necesaria, aumentar la masa muscular y lograr mayor resistencia para poder avanzar en los entrenamientos. Hay que entender que la dieta es determinante para el progreso si se quieren notar cambios y alcanzar los objetivos.

Como decíamos anteriormente, no se trata de una dieta restrictiva consistente en pasar hambre o pesar todo lo que se come. Lo fundamental en este caso es planificar. Una planificación diaria de lo que se ingiere que contempla todo tipo de alimentos, puesto que cada uno aporta una serie de beneficios al organismo y este, lo transformará en la energía necesaria. Siendo así, es de entender que es necesario comer fruta y verdura, pero también carbohidratos, legumbres, proteínas y grasa.

Los aspectos esenciales para lograr una dieta fitness que acompañe a tu rutina de ejercicios, son bastante básicos y fáciles de asimilar e incorporar en tu día a día. Antes de empezar, es indispensable saber lo que aporta cada alimento que se ingiere y tomarlo de forma consecuente con tus necesidades. Es más, una dieta fitness puede ayudar a disfrutar del deporte y sentirte cómodo con tu cuerpo, con independencia del peso o la talla.

Empezar por una programación y planificación de las comidas es una de las herramientas más valiosas para la dieta fitness. Con una planificación, evitas picar entre horas y sabes cuándo vas a comer. Pensar que puedes comer y que vas a hacerlo antes del entrenamiento, beneficia en muchos aspectos, ayuda a regular las cantidades y comer lo que tu cuerpo necesita.

Ser consciente de lo que se come, consiste en concentrarse en los alimentos que se ingieren, apreciar, saborear, masticar bien… Para lograr esto hay que comer sin hacer otra cosa que no sea comer.

Conocer la manera en la que se construyen, forman y desarrollan los músculos, es otra de las cosas que hay que tener en cuenta para llevar una buena alimentación fitness. En este sentido, debes saber que lo que comes a lo largo del día, determina el desarrollo muscular. Ingerir proteínas completas en combinación con entrenamientos de fuerza, propicia el crecimiento muscular. En tanto que si vas a realizar ejercicio aeróbico, necesitarás la energía de los hidratos de carbono.

Por último, es necesario comer para evitar sentir fatiga. Tras finalizar el entrenamiento, es fundamental comer algo que propicie la recuperación rápida. Un bocadillo de pan integral, fruta o una barrita energética, son excelentes opciones. A todo esto, instaura una frecuencia para comer que se adapte a tus necesidades. Puede ser buena idea comer más veces menos cantidad para mantener activo el metabolismo.

El tiempo necesario

Quienes se dedican al fitness, aseguran que no importan tanto la duración del ejercicio como el hecho de que lo hiciste. Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo es necesario ejercitarse en cada sesión? Lógicamente, depende.

No existe un estándar, un solo tipo o duración de ejercicio determinado para cada persona. Sin embargo es posible determinar el tiempo que debes pasar en el gym o realizando tu rutina. Para ello, como no podía ser de otra manera, hay que tener en cuenta una serie de factores antes de programar las sesiones e iniciarte en el apasionante mundo del fitness.

Lo primero que debes tener en cuenta, es el estado físico. Es un aspecto tan importante como determinante. Si es tu primera vez o hace mucho tiempo que no practicas deporte, pasar una hora entrenando puede resultar contraproducente y ser más un riesgo que un beneficio. La posibilidad de lesionarse o agotarse en extremo está más que presente en esta circunstancia. Antes de llegar al límite, conviene encontrar el tope a un ritmo cómodo. Empezar con ejercicios cortos en sesiones de treinta minutos o incluso menos, es la mejor forma de empezar. A medida que te sientas capaz de avanzar, incrementas el tiempo.

Otro aspecto a considerar es el tipo de ejercicio a realizar. La duración de la rutina, va ligada a su intensidad. Una caminata energética de cuarenta minutos puede ser apropiado, pero mantenerse en la cinta corriendo cuarenta minutos no es una buena idea. Antes de comprometerse con una extenuante sesión de ejercicio hay que pensar en las tablas que vas a realizar. Una buena manera de programar las sesiones es realizar las cortas e intensas cuando se tiene menos tiempo y dejar las largas, menos intensas para cuando se dispone de más.

Los expertos aconsejan cambiar el tipo, la intensidad y la duración de las rutinas. Hacer cambios de manera regular ayuda a evitar lesiones y fortalecer todos los grupos musculares por igual. Además de evitar el aburrimiento producido por la monotonía.

Descansar entre series y ejercicios. Es posible que llegues al gimnasio y te encuentres con deportistas quietos sin hacer nada. Lo que hacen es descansar, no van allí a pasar el rato observando. Hacer pausas es necesario sobre todo en ejercicios de fuerza que implican un sobreesfuerzo que hay que compensar antes de continuar. Descansar, estirar y recuperarse entre series, es esencial.

Por último, aunque realmente es lo primero, hay que encontrar el tiempo necesario para realizar las rutinas programadas. Comprometerse con el fitness es tan importante como cualquier otro compromiso. Si no puedes dedicar más de diez minutos en según qué momentos, no pasa nada. Lo importante es hacerlo y ser constante para obtener resultados.

Ser disciplinado con las rutinas es fundamental para llevar una vida fitness y hacer que el ejercicio se incorpore a tu vida de forma natural. Empezar poco a poco e ir incrementando la duración de las sesiones, te hará más llevadero el camino de la práctica deportiva. Aunque no lo parezca al principio, pasado un tiempo, comprobaras como tu propio cuerpo te pide realizar ejercicio. Puedes tomar tus días de descanso, de hecho es más que aconsejable parar algún día a la semana para que los músculos se recuperen  por lo que la flexibilidad del fitness es totalmente amoldable a las circunstancias personales de cada uno. Pocos contras se pueden encontrar en el deporte, pero sin duda, una vida fitness proporciona grandes beneficios.

 

 

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