Beneficios de los retenedores fijos de ortodoncia

Cuando se termina un tratamiento de ortodoncia, como el uso de brackets o alineadores, muchas personas creen que su viaje ha terminado. Sin embargo, mantener los resultados conseguidos requiere de una etapa igual de importante: la fase de retención.

Es aquí donde entran en juego los retenedores, una herramienta esencial para evitar que los dientes vuelvan a su posición inicial. Dentro de los tipos de retenedores, los fijos son una opción que cada vez gana más popularidad debido a sus beneficios específicos.

Pero, ¿en qué consiste un retenedor fijo? ¿Para quién está indicado? ¿Y qué ventajas aporta?

¿Qué es un retenedor fijo de ortodoncia?

Un retenedor fijo es un alambre muy fino, generalmente hecho de materiales como acero inoxidable o titanio, que se adhiere a la parte posterior de los dientes, sobre todo en la zona de los dientes frontales.

La clínica de la Clínica Dental Smile me, especialistas en ortodoncia y ortopedia dentofacial para niños y adultos, estética dental y apnea del sueño, nos hacen una explicación muy buena: “Después de finalizar el tratamiento con brackets o alineadores invisibles, los tejidos periodontales aún conservan la memoria de su estado anterior, provocando que la sonrisa pueda desplazarse hacia la antigua posición, si no tiene nada que la detenga. Para prevenirlo, se utilizan piezas que sujetan a los dientes e impiden que se desordenen. De ahí que esta etapa sea tan importante como el propio tratamiento para corregir la maloclusión”.

Su función principal, pues, es mantener los dientes en su nueva posición una vez finalizado el tratamiento ortodóntico, y así evitar que estos vuelvan a desplazarse. A diferencia de los retenedores removibles, que pueden sacarse y ponerse, el retenedor fijo se mantiene en su lugar de manera permanente (o al menos hasta que el ortodoncista decida retirarlo).

Su colocación es un proceso rápido y sencillo que se realiza en el consultorio del ortodoncista. Una vez instalado, el retenedor fijo no necesita ser ajustado ni revisado con frecuencia, aunque es recomendable mantener visitas periódicas al especialista para verificar su estado y asegurarse de que sigue cumpliendo su función.

¿Cuándo se usa un retenedor fijo?

La indicación de un retenedor fijo suele depender de varios factores, tales como el tipo de tratamiento ortodóntico realizado, la edad del paciente, y las necesidades individuales.

En general, los ortodoncistas recomiendan el uso de retenedores fijos en los siguientes casos:

  1. Pacientes que han completado un tratamiento con brackets o alineadores. Después de alinear los dientes, los tejidos alrededor de ellos necesitan tiempo para adaptarse a la nueva posición, lo cual puede tardar meses o incluso años. El retenedor fijo ayuda a mantener los dientes en su lugar durante este periodo de ajuste.
  2. Personas con alto riesgo de recidiva. Hay quienes tienen una tendencia mayor a que sus dientes vuelvan a su posición original. Esto puede deberse a factores genéticos o a ciertas características en la estructura dental. En estos casos, el retenedor fijo es ideal, ya que ofrece una retención constante y efectiva.
  3. Pacientes que pueden olvidar usar el retenedor removible. A algunos pacientes, especialmente los más jóvenes, les resulta difícil recordar ponerse un retenedor removible cada noche. Al estar permanentemente en la boca, el retenedor fijo elimina esta preocupación.
  4. Personas que buscan una opción discreta. Aquellos que prefieren un método de retención que no sea visible y no interfiera con sus actividades cotidianas suelen optar por el retenedor fijo.

Beneficios de los retenedores fijos

La popularidad de los retenedores fijos se debe a la serie de beneficios que ofrecen:

  1. Se mantienen en la boca todo el día, sin esfuerzo por parte del paciente: Funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Una vez colocado, el paciente no tiene que hacer nada adicional para que cumpla su función. Esto es ideal para aquellos que llevan un estilo de vida ajetreado o que pueden olvidar usar un retenedor removible. Al estar adherido a la parte posterior de los dientes, el retenedor fijo no interfiere en las actividades diarias, y el paciente puede vivir su día a día sin preocuparse por la retención de sus dientes.
  2. Son discretos y no afectan a la estética de la sonrisa: Se coloca en la parte interna de los dientes, y no es visible al sonreír o hablar. A diferencia de los retenedores removibles, que pueden ser evidentes en ciertas ocasiones, el retenedor fijo es completamente discreto. Esto es especialmente valorado por quienes trabajan en entornos públicos o simplemente desean una apariencia limpia y natural.
  3. Evitan la pérdida de la inversión hecha en la ortodoncia: El tratamiento ortodóntico representa una inversión considerable, tanto en tiempo como en dinero. El uso de un retenedor fijo ayuda a proteger esta inversión al mantener los dientes alineados. Sin un sistema de retención adecuado, los dientes pueden volver a su posición inicial, haciendo que el esfuerzo invertido se pierda. Los retenedores fijos son una garantía adicional de que los resultados obtenidos con el tratamiento ortodóntico se mantendrán a largo plazo.
  4. No corres el riesgo de olvidar colocártelos, como ocurre con los removibles: A diferencia de los retenedores removibles, que dependen de la constancia del paciente para su efectividad, el retenedor fijo elimina este riesgo. Una vez colocado, el retenedor se mantiene en su lugar de forma continua, lo que significa que el paciente no tiene que recordar ponérselo cada noche o tras cada comida. Esto no solo es más conveniente, sino que también garantiza una retención constante y efectiva sin interrupciones.
  5. Podrás beber y comer con ellos, sin tener que removerlos: Permite al paciente realizar actividades cotidianas, como comer y beber, sin preocuparse de tener que quitarlo. Esto es muy cómodo para quienes tienen un estilo de vida activo, ya que no deben estar atentos a recordar sacar y poner su retenedor. Además, no hay riesgo de perder el retenedor o de dañarlo accidentalmente al retirarlo o guardarlo, lo cual suele ser una preocupación con los modelos removibles.

¿Qué es mejor, retenedores fijos o removibles?

La elección entre retenedores fijos y removibles depende de las necesidades y preferencias de cada persona. Ambos tipos tienen ventajas y desventajas, y el ortodoncista suele recomendar uno u otro basándose en el caso particular del paciente.

Ventajas de los retenedores removibles

Los retenedores removibles, como su nombre indica, pueden ponerse y quitarse según las necesidades del paciente. Esto permite una mayor flexibilidad y comodidad en algunos aspectos. Por ejemplo, el paciente puede quitárselo para ocasiones especiales, al comer alimentos que podrían quedar atrapados en el retenedor o para realizar una limpieza exhaustiva de los dientes. Además, los retenedores removibles permiten una mejor higiene dental, ya que se pueden limpiar a fondo tanto el retenedor como los dientes.

Sin embargo, su principal desventaja radica en la dependencia de la constancia del paciente. Si el retenedor no se usa de manera adecuada, los dientes pueden empezar a moverse nuevamente. Para quienes tienden a olvidar este tipo de rutina, los retenedores removibles pueden no ser la mejor opción.

Ventajas de los retenedores fijos

Los retenedores fijos, por otro lado, no requieren de la intervención del paciente, por lo que son ideales para aquellos que buscan una opción que no dependa de la constancia o de recordar colocarlo cada noche. Además, su discreción y capacidad de ofrecer una retención constante y efectiva los convierten en una opción ideal para la mayoría de los pacientes.

Sin embargo, al estar adheridos permanentemente a los dientes, pueden ser un poco más difíciles de limpiar, lo que requiere una higiene bucal meticulosa y visitas regulares al ortodoncista para evitar la acumulación de placa o sarro.

Permíteme darte unos consejos finales sobre los retenedores fijos

Si finalmente te has decidido y has acabado optado por un retenedor fijo, cuidar de él es totalmente esencial para prolongar su duración y su efectividad.

Aunque son en general muy discretos y bastante cómodos, los retenedores requieren de ciertos cuidados diarios para evitar complicaciones.

  • La limpieza es el primer paso y uno de los más importantes. Al estar pegado a los dientes, es fundamental cepillar bien la zona donde se encuentra adherido el retenedor, así como usar hilo dental para eliminar residuos de comida y evitar la acumulación de placa. Aunque puede ser algo tedioso, el uso de un hilo dental especial o un irrigador dental facilita mucho esta tarea.
  • Recuerda también programar visitas periódicas con tu ortodoncista, quien evaluará el estado del retenedor y se asegurará de que esté funcionando correctamente.
  • Además, evita morder alimentos duros o usar los dientes para abrir objetos, ya que podrías debilitar o despegar el alambre.
  • Por último, mantén una buena higiene bucal en general. Un retenedor fijo puede ser una solución perfecta para conservar tu sonrisa alineada, pero requiere de compromiso y atención.

Siguiendo estos consejos, tu retenedor cumplirá su función de manera efectiva y te permitirá disfrutar de los resultados de tu tratamiento ortodóntico durante muchos años. Estos cuidados no solo protegen el retenedor, sino también la salud de tus dientes y encías, asegurando que la inversión en tu sonrisa perdure en el tiempo.

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