La preocupación normal de cualquier padre es velar por la educación y el bienestar de sus hijos, y sin duda, estas preocupaciones empeoran notablemente cuando los hijos sufren algún tipo de trastorno o enfermedad, como es el caso del TDAH.
Sabemos que el TDAH o trastorno de déficit de atención es un trastorno que se desarrolla principalmente durante la infancia, por lo que los padres podemos notar cualquier cambio notable que nos avise de su aparición si estamos atentos. Esto sin duda es un punto positivo, ya que una vez que los padres puedan confirmar el diagnóstico del TDAH a través de las manos de un profesional, podrán seguir diferentes pautas de educación y crianza que los ayude a comprender mejor la situación de sus hijos, y a sobrellevarla en todo momento.
Sin embargo, esto no se hace nada fácil para los padres, y no sólo por el hecho de que tengamos que estar atentos a cualquier señal que nos avise de que nuestro hijo puede padecerlo, sino porque también tenemos que tener en cuenta que nuestros hijos tienen cada uno su propia personalidad, y su propia forma de llevarlo. Por ello, es importante conocer a fondo los entresijos de este trastorno y tener a punto una serie de pautas e indicaciones que podamos seguir en todo momento para poder guiar a nuestros hijos hacia una futura adultez sana en la cual se sintieron protegidos de pequeños.
En este artículo vamos a darte las pautas para comprender este trastorno de principio a fin.
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¿Qué es el TDAH?
Como decíamos, el TDAH es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Es un trastorno neurológico común en niños que generalmente se diagnostica durante la infancia, pero también puede persistir en la edad adulta. Algunos de los síntomas comunes del TDAH son la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad. Asimismo, este trastorno puede tener un gran impacto en la vida diaria de quienes lo padecen en áreas como el colegio, el trabajo y las relaciones sociales, y por ello, es importante buscar la orientación de profesionales de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado en caso de sospechar la presencia de TDAH.
¿Qué siente un niño con TDAH?
- Dificultades para concentrarse.
Un niño con TDAH puede sentirse constantemente distraído; por ello, puede tener problemas para concentrarse en sus tareas escolares, escuchar a los demás o realizar actividades que requieren atención por su parte. Sin duda, esto puede dar como resultado que se sientan frustrados, especialmente cuando se esfuerzan por concentrarse, pero no lo logran, lo que acaba causándoles una baja autoestima.
- Ataques de impulsividad.
Los niños con TDAH suelen sentirse impacientes, teniendo dificultades para esperar su turno o interrumpiendo a otros en conversaciones y actividades. A menudo actúan de manera impulsiva, lo cual significa que pueden hacer cosas sin pensar en las consecuencias, lo que sin duda les dará problemas a la hora de relacionarse con otras personas.
- Hiperactividad.
Este trastorno puede hacer que se sientan inquietos en todo momento, además de causarles una necesidad constante de tener que moverse, por lo que literalmente, no podrán quedarse quietos en sus asientos, o permanecer callados durante una conversación. Esta hiperactividad constante puede ser agotadora tanto para el niño como para quienes lo rodean, creando una atmósfera difícil en casa y en el colegio.
- Problemas emocionales.
Los niños que sufren TDAH pueden sentirse ansiosos y estresados debido a sus dificultades para cumplir con las expectativas escolares y sociales, de modo que suelen sentirse diferentes a sus compañeros además de tener una percepción negativa de ellos mismos.
Estos son los principales síntomas o señales que nos indican que un niño puede sufrir TDAH, aunque este diagnóstico debe confirmarlo un especialista de la salud.
¿Cómo podemos ayudarle con su trastorno?
Para ayudar a un niño que padece TDAH durante su crianza, es importante seguir algunas estrategias que pueden contribuir al manejo de los síntomas y al desarrollo de habilidades para afrontar los desafíos asociados con este trastorno.
Los pasos clave que deberíamos tener en cuenta son los siguientes:
- Busca ayuda profesional.
Es importante seguir los consejos que nos dan los expertos del Centro psicopedagógico Cristina Hormigos y contactar ante cualquier sospecha con un especialista en TDAH, como un psicólogo o psiquiatra, para recibir la orientación adecuada sobre el manejo del trastorno y explorar opciones de tratamiento.
- Infórmate sobre el tema.
Es fundamental informarse a fondo sobre el TDAH para comprender mejor las necesidades del niño y cómo manejar sus síntomas de manera efectiva. En este artículo ya has podido observar algunas pautas y consejos, aunque te animamos a seguir formándote con otros recursos para obtener toda la información posible.
- Establece rutinas.
Crear rutinas estructuradas puede ayudar al niño a organizarse y a tener un sentido de orden en su día a día, lo que le ayudará a combatir mejor la impulsividad en todo momento.
- Refuerza los comportamientos positivos.
Reconocer y reforzar los comportamientos positivos del niño puede ser más efectivo que centrarse solo en los aspectos negativos; si solamente lo regañamos, no conseguiremos avanzar a la hora de tratar su trastorno. Por ello es importante premiar los buenos comportamientos y motivar al niño en todo momento.
- Proporciona instrucciones claras.
Dar instrucciones claras y concisas, dividir las tareas en pasos más pequeños y proporcionar recordatorios visuales pueden ayudar al niño a completar sus actividades.
- Fomenta la comunicación.
Mantener una comunicación abierta y respetuosa con el niño, escuchando sus preocupaciones y fomentando la expresión de emociones es beneficioso para tratar el TDAH; recordemos que el TDAH es un trastorno que afecta a la atención, por lo que es importante que el niño se sienta atendido en todo momento.
- Cuida la actividad física.
La actividad física regular puede ayudar a canalizar la energía del niño y mejorar su concentración y estado de ánimo.
- Colabora con el colegio.
Trabajar en conjunto con los profesores para implementar estrategias que apoyen las necesidades educativas del niño es crucial para tratar el TDAH, ya que en el colegio es donde más tiempo pasará el niño además de en su casa, por lo que no debemos descuidarlo en ningún momento.
- Ofrece apoyo emocional.
Apoyar a nuestros hijos a través del contacto físico (abrazos, besos) y emocional (a través de atención, cuidados y amor) es muy importante para tratar el TDAH ¡no lo olvides!